Ayer me tocó conocer a primos segundos, tíos abuelos, y millones de familiares con los que me encantaría sentarme a platicar por horas... seguro tendremos en común mucho más que un apellido.
En fin, hoy fui a la cárcel y oí decir a una de las internas que yo era como parte de su familia, que a pesar de que tuviera familiares afuera, no la iban a visitar y que yo cumplía en mucho, las funciones de familia... o sea que muchas veces un apellido no te hacer ser o no ser miembro de una familia, es triste oir decir eso a una interna, pero también es gratificante sentir que para alguien eres lo que para mi es mi abuelita, mi tía, mi primo, o cualquier persona con la que celebro un 25 de diciembre cada año.
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